Otro ejemplo de las ricas y variadas artes industriales del Reino de Granada corresponde a los vidrios de Castril de la Peña, bella localidad del norte del Reino situada al pie de la sierra del mismo nombre, verdadero paraíso natural alejado del bullicio y la contaminación.
Don Hernando de Zafra, Señor de Castril, en 1504 fundó una fábrica de vidrio en esta localidad de su señorío, aprovechando los recursos naturales de la zona, esta empresa resultó ser un próspero negocio hasta 1878 en que cerró.
Don Hernando de Zafra, Señor de Castril, en 1504 fundó una fábrica de vidrio en esta localidad de su señorío, aprovechando los recursos naturales de la zona, esta empresa resultó ser un próspero negocio hasta 1878 en que cerró.
Los productos
que se elaboraban eran en su mayoría de uso doméstico, pero también se fabricaban otros
objetos de adorno y piezas especiales,
como la típica “jarra castrileña”.
Las técnicas de fabricación empleadas eran el soplado y el modelado y añadido decorativo posterior. En cuanto al color, el vidrio de Castril tenía una gama de verdes que variaba desde el verde oliva oscuro, al claro ahumado o ligeramente amarillento dependiendo del material que se usase.
Hace poco se recuperó este oficio, aunque de forma efímera, porque se tuvo que cerrar nuevamente la fábrica.
Las formas, fruto de una gran creatividad, son bastante variadas, dando como resultado bellos ejemplares de vasijas.
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