lunes, 7 de octubre de 2013

PALACIO DE COMÁREX, baños reales.

El Palacio de Comárex, junto con el de los Leones, el de mohamed II o el de Yusuf III, es uno de los palacios reales de la Alhambra. Este palacio, que es el oficial del rey, está formado por una serie de patios y dependencias destinadas, las primeras, a altas instituciones administrativas del Reino de Granada y otras partes más interiores a residencia de la familia real.

La entrada la divido en dos partes por cuestión de tamaño, una sola sería muy larga. Esta segunda parte está dedicada a la parte privada del palacio, desde la portada, situada en el cuarto patio o Patio del Cuarto Dorado.

 ÍNDICE

-Primera parte, tratada en una entrada anterior:
  • Historia de su construcción.
  • Plaza de ingreso y maquetas del palacio.
  • Primer patio o Patio de la Madraza de los Príncipes.
  • Segundo patio o Patio de Machuca.
  • Mezquita u oratorio.
  • Tercer patio, de acceso al Mexuar.
  • Mexuar.
  • Cuarto patio o Patio del Cuarto Dorado.

-Segunda parte, vista con anterioridad:
  • Portada del palacio privado. 
  • Quinto patio o Patio de los Arrayanes, el palacio privado.
  • -Crujías laterales destinadas a las mujeres oficiales.
  • -Cenador orientado al norte, destinado al resto de mujeres y a los numerosos hijos.
  • -Cenador orientado al sur, destinado a los aposentos del rey, mezquita y al trono.

-Tercera parte, la que nos ocupa:
  • Baños reales del palacio

HISTORIA DEL PALACIO
Se levanta sobre otros más antiguos, como el del rey Ismaíl, el cual es demolido casi en su totalidad, conservándose sólo unos pocos restos en el Mexuar y otros en el contiguo Palacio de los Leones. Los musulmanes, hombres del desierto no estaban acostumbrados a una arquitectura permanente por ser nómadas, además según algunos estudiosos pensaban que sólo Dios es eterno mientras que las obras de los hombres no deben serlo.
La obra la inicia el rey Yusuf I y la continúa su hijo Mohamed V, pero ya más alejada del estricto academicismo islámico muy basado en la matemática y más abierta a la naturaleza e influencias occidentales, un nuevo estilo lleno de riqueza y movimiento.



  Los musulmanes  aprendieron de los romanos el arte de construir baños, pero, como dicen los investigadores Juan Castilla B. y Antonio Orihuela Uzal en su libro, estas instalaciones están adaptados a las necesidades de su religión y costumbres. Efectivamente los baños musulmanes, aún siendo muy bellos, nunca alcanzan la grandeza y servicios ofertados por los romanos, aunque ambos comparten algunos elementos esenciales como la sala fría, la templada y la cálida, junto con una sala de reposo ricamente decorada y alguna dependencia secundaria; también heredan de Roma el sistema calefacción, el Hipocausto o galerías existentes bajo el suelo que calientan las principales salas gracias a una boca de horno o praefurnium.
  Algunas personas mantienen la errónea creencia, fruto del desconocimiento, de que sólo los musulmanes españoles usaban los baños, mientras que los cristianos eran sucios y descuidados en cuanto a su higiene, nada más alejado de la realidad, no hay más que visitar los bien conservados Baños del Almirante de Valencia, uno de los numerosos existentes en la España cristiana, hoy desaparecidos en su mayoría al igual que los musulmanes, para ello también se puede consultar el estudio realizado por especialistas en el tema:



  Nos encontramos ante unos baños privados de los reyes, pero en la ciudad y en todo el Reino existieron numerosos edificios de este tipo, tanto públicos como privados de la nobleza. En estos que nos ocupan, la decoración está tratada de forma exquisita por ir destinados a la realeza. Han llegado a nosotros en buen estado en general gracias a las continuas restauraciones de que fueron objeto nada más pasar a manos cristianas, desde los Reyes Católicos hasta tiempos recientes.
   En sus paredes aparecen textos muchas veces religiosos:

Anuncia a los creyentes que el socorro divino
y una victoria próxima son para ellos.

El socorro y una victoria brillante sean para nuestro señor Abú Abdil-lah,
príncipe de los creyentes.


Antiguo plano de los baños reales de Comárex, donde se aprecian a nuestra izquierda la Sala de las Camas y en el centro y derecha las salas de baños.






Las cubiertas de las salas de baño siempre son bóvedas en lugar de techos de madera que se terminarían pudriendo con la humedad.
Bóvedas de las salas de los baños vistas desde el exterior.


LA SALA FRÍA O FRIGIDARIUM
Es la primera a la que se accede desde la sala de reposo o Sala de las Camas, que veremos en último lugar.  Es la más reducida de las tres salas del baño y posee una pila de mármol con agua fría en una alcoba pequeña.


LA SALA TEMPLADA  O TEPIDARIUM
 La de mayores dimensiones, recuerda un patio nazarí, con dos cenadores en los extremos y un gran espacio central, todo ello cubierto de bóvedas esquifadas y decorado con bellos zócalos de alicatados granadinos..


Sala templada con pórticos en los extremos del eje norte-sur.

Bóveda esquifada que cubre la sala templada, calada por lumbreras estrelladas que, cerradas por cristales de colores, se podían abrir para eliminar el exceso de vapor.


Alicatados de la sala templada restaurados por los reyes cristianos en su afán por conservar la Alhambra.


Sala templada muy necesitada de restauración, obsérvense los puntales para evitar desprendimientos de los muros y las bóvedas.

LA SALA CALIENTE O CALDARIUM
  Su planta es rectangular con dos alcobas que alojan pilas de agua caliente, una centrada en un extremo, la mayor, y otra en el lateral del otro extremo. Entre ambas se reconoce un arco tapiado que comunicaba con la caldera de cobre conservada hasta hace relativamente poco tiempo.




Sala cálida, muy necesitada de restauración.
 En sus paredes se pueden leer poemas
Admiración cause a la edad moderna y a la pasada.
Este es un redil de leones
en una mansión deliciosa.
 ...

Foto procedente de
  http://www.fotosalhambra.es/blog/pagina/48/  
a quien doy las gracias por colaborar en esta labor educativa

Sala cálida (el caldarium romano), las humedades y filtraciones están causando daños irreparables.

SALA DE LAS CAMAS Y GALERÍA DE LOS MÚSICOS CIEGOS

  Es la parte más rica de los baños, la zona de reposo, llena de leyendas y misterios como toda la ciudad de Granada, al ciudad de las siete colinas como Roma. Se articula en torno a un patio cubierto rodeado por cenadores (palabra usada en Granada para denominar a los pórticos, que hasta hace poco aparecía hasta en el diccionario de la Real Academia, pero que ha sido borrada como tantos otros elementos distintivos de nuestra tierra). Tiene dos cuerpos y una linterna que fue más alta, en el primer cuerpo, en el eje norte-sur, como en los patios musulmanes granadinos, se abren dos camas para reposar recubiertas se bellos alicatados. El segundo cuerpo o Galería de los Músicos Ciegos, por la leyenda de los músicos que interpretaban sensuales melodías para el rey y sus esposas que se solazaban abajo, consta de una galería o corredor con una sala con alcoba en uno de sus lados. Por encima de todo ello la linterna que ilumina el espacio central y abajo, en un bellísimo suelo de alicatados restaurados en los primeros tiempos cristianos, se eleva una fuente de mármol.



Sala de reposo o de las camas con su rica decoración, restaurada en diversas ocasiones desde el primer momento de la toma de Granada, gracias a ello luce estos magníficos colores.


Una de las camas que le dan nombre.



Fuente rodeada de bellos alicatados geométricos que centra el patio cubierto.



Ménsulas de los ángulos de los cenadores, están soportadas por columnas granadinas de capitel cúbico.



Columna del ángulo del cenador.


Planta superior donde, según la leyenda tocaban músicos ciegos y lugar desde donde el rey lanzaba una manzana a la mujer elegida de su harén para pasar la noche... las demás debían esperar a que el hombre se fijase en ellas.


La planta superior no tiene columnas en sus extremos sino gruesos pilares con sección de L, para disimular su pesadez se decoran con estucos y ménsulas que los hacen más ligeros y airosos.



Parte interna de una de las ménsulas de la planta superior.


La decoración se cuidaba hasta el más mínimo detalle.


Bellas decoraciones de estucos con el color restaurado



Relieve y policromía de las vigas


Decoración de las paredes de lugares secundarios de la segunda planta.

Ventanitas con finas celosías de la linterna iluminan el interior de la especie de patio cubierto.

Cubierta de la parte central de la sala de las camas, armadura sobre una cornisa de mocárabes.

Sala secundaria de la segunda planta, al fondo una alcoba.


Albanega del arco de la alcoba con un texto en el interior de una estrella de ocho puntas.


Armadura de par y nudillo de  la sala secundaria.




Balcón que en el pasado daba al exterior desde esta sala.

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