sábado, 11 de marzo de 2023

ORIGEN DEL RENACIMIENTO Y LA ESCUELA GRANADINA

El estilo conocido como Renacimiento es el renacer del arte romano, y dentro del Renacimiento Granadino se originó la Escuela Granadina, una del las dos más antiguas de España junto con la Escuela Castellana, después surgieron la Sevillana y Murciana, que se nutrieron de los avances artísticos de las dos anteriores.

El arte griego, cuna y culmen e un estilo que ponía tan elevada la perfección  de la representación humana y de la naturaleza en las artes, que sirvió de modelo al arte y cultura romanos, quien llegó también a un alto grado de belleza y perfección. Mil años después los volvería a conseguir destacar este estilo clásico en el Renacimiento, Barroco y Neoclasicismo, y dentro de ellos la Escuela Granadina, que llegó a ser fuente de inspiración para el mundo. 

Diego de Siloé creó la Escuela Granadina y en sus creaciones para la catedral metropolitana de Granada se inspiran las catedrales de Málaga, Guadix, Jaén, Méjico capital, Cuzco... y multitud de templos de la vecina Escuela Sevillana y de todo el mundo occidental.

Alonso Cano, el Miguel Ángel español, en el siglo XVI llevó a las más altas metas a la Escuela Granadina, poniendo las bases del Barroco, y nuevamente la hizo objeto de inspiración fuera de las provincias del Reino de Granada 3º (Almería, Granada, parte de Jaén y Málaga), llegando a la vecina Andalucía y al resto del mundo.

Para hacer un estudio del origen de la Escuela Granadina y Renacimiento voy a comenzar a partir de los foros de Roma, en concreto de los imperiales.

Los foros imperiales son un conjunto de ampliaciones del foro romano realizadas al final de la época republicana y el principio de la época imperial. Julio César durante la república romana y los primeros emperadores Augusto, Vespasiano, Dominicano, Nerva y Trajano, levantaron un total de  cuatro nuevos foros muy bien estructurados al oeste del antiguo y desordenado foro tradicional, hasta formar un vasto complejo enlazado entre sí.

Así solucionaron la necesidad de edificios políticos y administrativos para el imperio y la urbe, a la vez que de engrandecían a sí mismos.

Conjunto de los foros imperiales tras su terminación completa.

Esta imagen es clara pero tiene un error, el conjunto se llama "foros imperiales",
el foro de trajano es sólo una parte de ellos y no el conjunto.
Además falta el templo de la paz, que aunque no era parte de los foros imperiales,
quedó unido a estos tras el emperador Nerva.

Plano completo de los foros imperiales.

Foro de César. Forum Iulium

En el año 54 a. C. Cayo Julio César comenzó la construcción de la primera ampliación del foro, junto al monte Capitolio, que fue inaugurada el año 46 a. C., aunque es posible que estuviese aún inconcluso y lo terminase posteriormente su sobrino y primer emperador, Augusto.

Cayo Julio César, cónsul, dictador de Roma y gran guerrero.

Frente al desorden constructivo del Primitivo foro, el de César es rectangular, como las plazas públicas de Grecia. En tres lados tenía edificios porticados y en el lado noroeste alzó el templo de Venus, ya que la familia de Julio César decía descender de esta diosa. Frente al templo ordenó colocar una estatua de él mismo montando a Bucéfalo, el caballo del gran conquistador griego Alejandro Magno, así Julio mostraba su grandeza comparándose a los mayores conquistadores, a la vez que mostraba su descendencia de los dioses.

Foro de Julio César recién construido.


Comienza la decadencia.
Foro de Julio César en el siglo IV.

Restos del foro de César.
Como los demás foros sufrió el abandono y el expolio de materiales para nuevas construcciones.

Foro de Augusto. Forum Augusti

El primer emperador, Octavio Augusto, terminó el foro de Julio César y construyó el suyo propio, centrado en una enorme plaza perpendicular al de César. Estaba separado del barrio de Subura con un enorme muro que lo protegía de los frecuentes incendios de este, ya que una gran parte del barrio estaba construido en madera.

Octavio Augusto. 27 a. C. al 14 d. C.

En los lados de la plaza construyó grandes pórticos con dos grandes exedras semicirculares situadas al noroeste y sureste.

En la batalla de Filipos del 42 año a. C., Augusto y Marco Antonio vengaron la muerte de Julio César, y Augusto prometió construir un templo dedicado a Marte, el dios de la guerra. El templo fue construido  en el lado noreste de su foro, justo al pie del barrio de la Subura. Así daba fuerza a la creencia de que Roma fue fundada por Marte a través de Rómulo y Remo.



Exedra semicircular del lado noroeste del foro.

El foro de Augusto también terminó siendo dañado por los barbaros y destruido en tiempos de los papas como cantera de materiales. De el quedan algunos restos.


En primer término, sobre los escalones estuvo la columnata del pórtico noroeste
y detrás quedan los restos de la exedra semicircular, especialmente el muro del fondo.
Se ven los restos que no fueron arrancados del suelo de mármol original.


Restos del templo de Marte, el dios de la guerra.

Templo de la Paz. Templum Pacis

Entre los años 71 y 74, d d C Vespasiano hizo levantar relativamente cerca del Foro de Augusto el Templo de la Paz,  donde se almacenaron las riquezas expoliadas a Jerusalén en la guerra contra los judíos, que querían su independencia. Frente al templo se construyó una plaza que en lugar de estar enlosada tenía un jardín con fuentes, estanques y estatuas.

Vespasiano, 69-79 d. C.

Posteriormente este templo llegó a formar parte de los foros imperiales al ser unido por la construcción del Foro de Nerva.


Foro de Domiciano, conocido como Foro de Nerva, Forum Transitorium

Domiciano decidió unir el Templo de la Paz y los foros de César y Augusto de ahí el nombre de Foro Transitorio.


Pero Domiciano murió pronto y el foro fue inaugurado por su sucesor Nerva, quien le puso su propio nombre.

Nerva, fue emperador del año 96 al 98.



Se centra en una larga y estrecha plaza rectangular en entre el Foro de Augusto y el Templo de la Paz. La decoración de las columnatas laterales está dedicada a la diosa Minerva igual que el templo del fondo del foro. El nuevo foro unificó la entrada a todos los foros a través de una puerta monumental, el Porticus Absidatus.

 


 Con la decadencia del Imperio Romano comienza el abandono del foro y tras él comenzará su destrucción paulatina.

Primeras fases de la destrucción
se arrancan las solerías
sus sillares se emplean para construir casas
las columnas van siendo arrancadas y usadas para otros edificios, principalmente iglesias.
El templo de minerva aún se conserva al fondo.

 

Pero también el templo de la diosa Minerva será desmantelado.


Resto de una de las dos columnatas laterales del foro.

Detalle de uno de los escasos restos de las columnatas.
Imagináoslas con su policromía original.

Foro de Trajano Forum Traiani

Fue levantado por el emperador y gran guerrero español o hispano, Trajano para celebrar su victoria sobre los Dacios entre los años 98 y 105 d. C.

Trajano, emperador de Roma entre los años 98 y 117 d. C.

Para esta enorme construcción demolieron numerosos edificios y monumentos, además de allanar la colina que conectaba el Capitolio con el Quirinal, unificando así barrios de Roma. Constaba de un enorme patio con pórticos y exedras.

Su construcción fue rápida gracias al uso de un nuevo material, el hormigón revestido de piedra y mármol. Surgió así un conjunto muy resistente al paso de los siglos y a los frecuentes incendios, pero las acciones de bárbaros y papas terminaron con él en casi su totalidad.

Extremo sureste del foro de Trajano

En el Foro de Trajano se irguió también la Columna de Trajano, de tamaño colosal y adornada con un relieve que la rodea y que celebra las victorias militares de este emperador.


Este foro también sufrió el abandono y el expolio, pero algunos restos han llegado hasta nosotros.

Restos decorativos de estuco de una de las bóvedas del foro de Trajano.
En su tiempo estuvieron policromados.

Mercado de Trajano

Junto al foro de Trajano, en su lado noreste, fue construido un gran mercado con forma semicircular para adaptarse al exterior de la exedra antes mencionada. De él se conserva bastante gracias en parte a nuevos usos y a las edificaciones que se construyeron posteriormente sobre él.

Basílica Ulpia

Las basílicas eran grandes centros administrativos de justicia y comercio. Más tarde, el nombre de basílica quedó para los templos cristianos más importantes, que se inspiraron en su planta durante los primeros tiempos.​

Fue la mayor basílica de Roma, 117 por 55 metros, y la más importante después de las antiguas basílicas Emilia y Julia. Acogió la mayor parte de la vida política dejando al foro Romano en segundo plano hasta la construcción de las basílicas de Majencio y Constantino.

El arquitecto helenístico Apolodoro de Damasco fue quien la construyó con cinco naves y dos ábsides orientados al noreste y suroeste.

Reconstrucción ideal de la basílica Ulpia.

Interior de la nave central de la basílica Ulpia.

En la Edad Media sus mármoles fueron arrancados para construir iglesias y después, lo que quedó, para las casas que se levantaron en su solar.

Los ricos restos de columnas y entablamentos de la Basílica Ulpia.

Roma, que había sido poderosa durante la república y el imperio, comenzó a debilitarse. La cultura, ciencias, política... se fueron degradando mientras la corrupción ganaba terreno y el esfuerzo lo perdía, mientras Roma se hundía los romanos se dedicaban al disfrute sin querer ver lo que se les venía encima.

Y llegó la decadencia más la caída de lo que había sido un poderoso imperio, con ello se perdieron la ley, la justicia, el bienestar, los monumentos, la sanidad...

Pensemos que en el pasado todos los monumentos fueron objeto de saqueo y fuente de materiales de acarreo para nuevos edificios, así fueron desmontados muchos templos egipcios para construir mezquitas, fábricas de azúcar más recientemente... Así se perdieron templos griegos, romanos, mayas... Por suerte, en Europa algunos papas comenzaron a recoger estatuas, posteriormente los intelectuales y artistas comenzaron a valorar el patrimonio antiguo, después los reyes y políticos comenzaron a conservar y restaurar y gracias a ellos se ha conservado lo que hoy tenemos.

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